Los Reyes del Mundo, de la directora colombiana Laura Mora, se convirtió a lo largo de 2022 en una de las grandes revelaciones del año para el cine colombiano. Con la obtención de la Concha de Oro en el Festival de Cine de San Sebastián, del Ojo de Oro del Festival de Cine de Zurich, así como de la máxima distinción del Festival de Cine Latinoamericano de Biarritz (Francia), todo parecía augurar un camino para ser una de las candidatas en los Premios Oscar a Mejor Película Extranjera.

Enmarcada en el género de la ‘road movie’, Los Reyes del Mundo se desarrolla en un contexto dado por el ‘postconflicto’, tras el acuerdo firmado en 2016 por el Gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc para que estos dejaran las armas. Narra la historia de cinco adolescentes surgidos de las comunas de Medellín. Juntos emprenden un peligroso viaje con la intención de irse a vivir a un pueblo alejado de la ciudad y de su realidad cotidiana. Uno de ellos heredó una casa –que le fue otorgada como reparación a su fallecida abuela desplazada de su territorio–, y convence a los otros de acompañarlo en la aventura. Pero llegar allí, primero, y conseguir para ellos ese “lugar en el mundo”, después, no será una empresa fácil para ninguno de ellos.

De este modo, el filme aborda una serie de temáticas decisivas para entender la historia de Colombia tras la firma del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera. Uno de ellos se ha debatido ampliamente a nivel nacional: las dificultades derivadas de la restitución de tierras y la necesidad de una reforma agraria en el país. Otro tema, este menos abordado hasta ahora es el de la soledad juvenil, es la falta de un sentido de pertenencia y la marginación de la que son víctimas por cuenta de ello. El grupo conformado por Rá (Andrés Castañeda), Winni (Brahian Acevedo), Culebro (Cristián Camilo Mora), Nano (Cristian Campaña) y Sere (Davison Flores) es un ejemplo de cómo la noción tradicional de familia se ha visto tan cuestionada por las generaciones más recientes.

Laura Mora señaló que tanto la historia en sí como su realización fueron un “salto al vacío”, producto de que su grabación se gestó durante la pandemia de covid-19 y el Paro Nacional de 2021:

“Yo digo que todo en esta película es milagroso. Tengo esta imagen de una puerta que está a punto de cerrarse y nosotros nos colamos justo antes de que se cierre. Rodamos en medio de un pico de covid-19, tuvimos 33 casos positivos, hicimos la preproducción en medio del paro, que termina dialogando muchísimo con la película. Yo imaginaba el momento en que estos chicos desobedientes cambiaran el rumbo del país y de repente lo empezamos a ver. Hacer una preproducción en un territorio tan complejo como el Bajo Cauca en medio de lo que estaba pasando a nivel nacional era muy complejo, logísticamente, pero también muy hermoso para la película. También atestiguamos el cambio climático, los cambios en el río, donde hacía frío, de repente hacía calor y los derrumbes”