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Argentina, 1985

Thriller político sobre la historia real del juicio de los abogados Julio Strassera y Luis Moreno Ocampo contra la dictadura militar en el año que da título a la película. Es clásica, incluso hollywoodiense, en su propuesta formal, pero lo que late de fondo resuena tanto y tan bien con los debates actuales sobre la memoria histórica que se convierte en una obra perfecta para entender las fracturas y las costuras de las sociedades, en este caso la argentina. Ricardo Darín aporta ese extra de humanismo cinematográfico que circula por sus venas, con un compromiso hacia la historia narrada que es digno de recibir muchos premios. Estuvo nominada al premio Oscar a la Mejor Película Internacional, aunque lo acabó perdiendo ante Sin novedad en el frente.

42 segundos

Los directores Àlex Murrull y Dani de la Orden montan un interesante retrato de cómo la selección española de waterpolo liderada por Manel Estiarte y Pedro García Aguado pasó de ser un equipo mediocre a la gloria olímpica en Barcelona 92. No es una película redonda y quizá se pierden varias oportunidades de haber llevado la historia a un límite que trascienda esa hazaña, pero en todo momento mantiene el pulso y las secuencias en el agua resultan más que solventes.

Licorice Pizza

Una nueva película de Paul Thomas Anderson siempre es todo un acontecimiento. Desde Boogie Nights hasta Pozos de ambición, y sin olvidar la magistral The Master, el cineasta (llámalo PTA) se ha ganado una buena reputación de creador infalible. Licorice Pizza es una película ambientada en los años 70 en el californiano valle de San Fernando (fun fact: donde vivía el Daniel-san de Karate Kid) y la historia sigue a un estudiante de instituto que lucha por compaginar su vida estudiantil con su faceta de prometedor actor juvenil. Es seguramente la película con más encanto del director, con una combinación de nostalgia y frescura que para muchos debería haber tenido más reconocimiento en los pasados Oscar, porque estuvo nominada a Mejor Película, Mejor Guion y Mejor Director pero no se llevó ninguno. Tan retorcida como divertida.

Retrato de una mujer en llamas

Probablemente es la película de la historia del cine reciente que mejor retrata lo que dice el título, las llamas que provoca el amor y la atracción física, y os aseguramos que eso ya es mucho decir. Calienta a las protagonistas a un bellísimo fuego lento para terminar haciéndolas arder de una manera inolvidable. Está ambientada en la Francia de 1770 y es la historia de una pintora que recibe el encargo de retratar a la hija de una condesa, recién salida de una institución de monjas para casarse, pero debe hacerlo a escondidas para que ella no se dé cuenta.

La casa Gucci

Lady Gaga se zampa con todo el descaro del mundo a Adam Driver, a Al Pacino y a un Jared Leto al borde del ridículo en este biopic de Patrizia Reggiani, la mujer que asesinó a Maurizio Gucci. Un culebrón deluxe con narrativa clásica y despliegue de escenarios (y de vestuario, claro) que, si bien no es la película favorita de los críticos de hocico fino, sí funciona de maravilla como exquisito placer culpable exagerado y barroco. Es una de las últimas películas de un Ridley Scott prolífico como nadie, que en ese mismo 2021 estrenó además El último duelo, también con Adam Driver.

 Lady Macbeth

Florence Pugh se destapó como la actriz más interesante de su generación en esta película inspirada en la novela del ruso Nikolái Leskov. Es una propuesta muy academicista, clásica en el sentido más atmosférico, pero filtrada por una visión sutilmente actual, sobre todo a través de la mirada y de los silencios de la protagonista. ¿De qué va? Es la historia de una lady de la Inglaterra rural del siglo XIX que está atrapada en un matrimonio horrible con un señor mayor y una familia asfixiante y que prende la mecha de la rebelión, sobre todo interior, al iniciar una aventura con un trabajador de la finca.

Sin tiempo para morir

Una bomba de acción al servicio de un actor que parece que ha nacido para este personaje, con buena factura, buena música (Billie Eilish ganó el Oscar por la canción principal) pero pocas sorpresas. Una despedida justita para una versión del personaje que ya es historia del cine.

Emma

Las adaptaciones de Jane Austen siempre encuentran su momento para ser revisitadas, y esta protagonizada por Anya Taylor Joy es más que decente. Tienes la ambientación primorosa que te piden los ojos, la química romántica/torturada que te pide el corazón y las tramas apasionadas y apasionantes que asegura la obra original. Escapismo con clase (alta) y con presupuesto (alto) para zambullirte en un día tonto en los dramas de la Inglaterra de la Regencia.

The Florida Project

Una de esas películas indies del cine americano que se merece llegar al público masivo de la plataforma. Cuenta la historia de una madre soltera y una niña que viven permanentemente en un barato motel de Florida cercano a Disneyland. Todos los contrastes del sueño americano en un relato lleno de juegos infantiles, realismo social, el mejor papel infantil que recordamos en décadas y un Willem Dafoe demostrando que también borda los papeles de bueno. Dirige Sean Baker, que volvió a los cines después con Red Rocket, la historia de un actor porno venido a menos.

Philomena

La gran Judi Dench da una enorme lección de dominio del personaje, de construcción maestra, en esta comedia que pasa de lo ligero a lo profundo con ese toque luminoso y elegante de Stephen Frears, que no hace una peli mala ni aunque le obliguen. Es una historia basada en hechos reales sobre una mujer que se quedó embarazada muy joven cuando estaba en un internado de monjas y fue obligada a dar a su hijo en adopción. 50 años después, se propone encontrarlo. La narrativa es clásica y sin demasiado artificio, así que la disfrutará sobre todo quien aprecie los matices.