Podría decirse que J.K. Rowling ha sido "cancelada". A partir de sus comentarios transfóbicos que aparecieron en Twitter en 2020 cuando ella rechazó hablar de "hombres que menstrúan", gran parte de la comunidad LGBT le quitó el mote de ídola e incluso un importante sector de su fandom la desestimó al igual que todas las producciones literarias y audiovisuales en las que estuviera involucrada. Incluso el propio Daniel Radcliffe se pronunció en contra de los dichos de la autora de Harry Potter.



Anunciado oficialmente el 12 de abril, la compañía de producción ha dicho que la nueva serie será “una adaptación fiel de los libros icónicos” y que dedicará una temporada completa a cada uno de los siete libros originales. Además, en una declaración publicada junto con el anuncio, Rowling confirmó que estaría involucrada en la nueva serie, escribiendo: “El compromiso de Max de preservar la integridad de mis libros es importante para mí, y espero ser parte de esta nueva adaptación tanto como sea posible”, lo que permitirá un grado de profundidad y detalle que solo una serie de televisión de larga duración puede ofrecer.

La noticia fue recibida con comentarios mixtos, en especial tras confirmarse que Rowling será productora. El boicot contra la serie ha comenzado y J.K. admite que el público se siente inconforme:

Terribles noticias, que me siento obligada a compartir. Los activistas en mis menciones están tratando de organizar otro boicot a mi trabajo, esta vez a la serie de televisión de Harry Potter. Sobre aviso no hay engaño, he tomado la precaución de guardar una gran cantidad de champán.