En una noche vibrante y cargada de adrenalina, Pierce The Veil se reencontró con el público argentino en un show explosivo, producido por DF Entertainment, en el marco de su gira mundial "I Can't Hear You". Lejos de ofrecer un recital previsible, la banda angelina construyó un recorrido emocional que hizo temblar cada rincón de C Art Media, con una puesta que apeló tanto a la catarsis colectiva como a la nostalgia más íntima. Una verdadera oda al rock alternativo, el grunge y la música emo.

Todo comenzó con una intro inesperada: "El Rey", de José Alfredo Jiménez, sonó por los parlantes como para sentar las bases de una noche que no daría tregua, en un homenaje a sus raíces mexicanas y una declaración de que aún mandan en el punk-rock. Desde el arranque, el grupo -Vic Fuentes liderando en voz y guitarra, acompañado por Tony Perry en guitarra, Jaime Preciado en bajo y Loniel Robinson en batería- se afirmó en la intensidad que los ha hecho célebres.

Una verdadera oda al rock alternativo, el grunge y la música emo.

"Death of an Executioner" marcó el pulso con la crudeza de The Jaws of Life (2023), seguida de una avalancha sonora con "Bulls in the Bronx", de Collide With the Sky (2012), y "Pass the Nirvana", también de su último disco. Los primeros pogos no tardaron en aparecer, y la comunión entre banda y audiencia fue total desde este trío de canciones.

Como ese puntapié inicial dejaba adivinar, el setlist se convirtió en un recorrido sin atajos por toda su discografía. La tensión se volvía palpable con joyas como "I'm Low on Gas and You Need a Jacket" o "Yeah Boy and Doll Face", y canciones como "I Don't Care if You're Contagious" sirvieron como anclajes nostálgicos para quienes vienen siguiendo a la banda desde Selfish Machines (2010). Incluso hubo canciones de su álbum debut A Flair for the Dramatic -que muchas veces quedaba afuera de setlists- como "I'd Rather Die Than Be Famous" y "Wonderless".

Lejos de ofrecer un recital previsible, la banda angelina construyó un recorrido emocional que hizo temblar cada rincón de C Art Media.

A la vez, canciones más recientes como "Emergency Contact" resonaron fuerte entre una nueva generación de fans que encontró en The Jaws of Life un mensaje igual de necesario que en los discos fundacionales.

Para el encore, llegó el clásico "Disasterology", desatando uno de los pogos más épicos de la noche y dando paso al momento más emotivo con "Hold On Till May", que suspendió el tiempo por un rato. Después, con una precisión casi cinematográfica, llegó el cierre perfecto: "King for a Day" detonó en una avalancha de saltos y gritos. Un final rabioso, liberador, necesario.