En un esperado regreso después de seis años, Jacob Collier se presentó en el Teatro Gran Rex con dos funciones en un mismo día. Con su virtuosismo desbordante, el multiinstrumentista británico presentó en vivo las canciones de DJESSE Vol. 4 -álbum nominado a Álbum del Año en los Grammy- junto a un repaso de los grandes momentos de su carrera.

Desde pequeño, Collier se formó en un ambiente profundamente musical: hijo de una reconocida violinista, aprendió a dominar múltiples instrumentos con naturalidad y desarrolló una voz capaz de pasar de la ópera a la improvisación más libre. A los 19 años, sus primeros videos caseros en YouTube -donde se lo veía en pantalla dividida interpretando todos los instrumentos y realizando arreglos vocales complejísimos- llamaron la atención del mítico Quincy Jones, quien se convirtió en su mentor y guía artístico. De esa relación nació su debut In My Room (2016), álbum que ya le valió sus primeros premios Grammy y que marcó el inicio de una carrera extraordinaria.

El multiinstrumentista británico presentó en vivo las canciones de DJESSE Vol. 4 -álbum nominado a Álbum del Año en los Grammy.

El show en Buenos Aires fue una auténtica celebración de esa trayectoria y de su espíritu inquieto. A lo largo de dos horas por show, Collier combinó lo íntimo y lo monumental: momentos de delicada sutileza en el piano o la guitarra convivieron con estallidos colectivos donde todo el teatro se transformó en coro. Hubo pasajes de improvisación, juegos rítmicos que hicieron partícipe a la audiencia y un despliegue visual que acompañó la energía expansiva de cada tema. El público argentino, fiel y entusiasta, acompañó con ovaciones, coros y aplausos de pie, convirtiendo cada instante en un intercambio de energía única.

En ese marco, Jacob sorprendió con guiños especiales para la audiencia local: interpretó El día que me quieras de Gardel con un emotivo homenaje al país, y se animó a la intro de Libertango en tributo a Astor Piazzolla. Además, regaló versiones memorables de Fix Me de Coldplay y Somebody To Love de Queen, donde alentó al público a cantar constantemente, transformando esos pasajes en momentos colectivos de gran emoción.

Jacob Collier se presentó en el Teatro Gran Rex con dos funciones en un mismo día.

Con clásicos como In My Room y Hideaway, la energía expansiva de WELLLL y Never Gonna Be Alone, y un cierre apoteósico con Don't You Worry 'Bout a Thing, Jacob cautivó a un público que siempre estuvo a la altura y acompañó al músico.

Con apenas 30 años y ya dueño de 6 premios Grammy, Collier reafirmó en Buenos Aires su lugar como uno de los músicos más innovadores del mundo. Una cita doble, marcada por el virtuosismo y la cercanía, que dejó en claro la conexión única entre Jacob y el público argentino.