Este viernes 26 de noviembre llega a los cines una nueva entrega de la franquicia, que se centra en el argumento de los dos primeros videojuegos.

Resident Evil fue un exitoso videojuego lanzado por la compañía japonesa Capcom en 1996. No tardaron en salir al mercado secuelas del mismo que rompían récords de ventas y, como era de esperar, la franquicia dió el salto al cine. Fue en el año 2002 cuando el guionista y director Paul W.S. Anderson (que ya había dirigido la versión de acción real Mortal Kombat) presentó su adaptación cinematográfica, a modo de modesta producción entre Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia. El filme, que contaba con el protagonismo de Milla Jovovich y Michelle Rodriguez, se alejaba del argumento creado por Kenichi Iwao y Yasuyuki Saga para contarnos una historia completamente nueva -aunque con conexiones con la original- con nuevos personajes, también.

Ahora, casi 20 años después de aquel estreno llega a las salas Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon city, en la que el realizador Johannes Roberts (A 47 metros) toma el argumento de los dos primeros videojuegos para entregarnos una pieza que homenajea a los clásicos de terror de los 80 y 90, que funciona tanto como divertimento gore como "fan service" para las personas que hayan jugado alguna vez a la franquicia creada por Capcom.

La historia nos lleva al momento del estallido del virus en Raccoon City, cuando Chris Redfield, Jill Valentine y el resto de sus compañeros comienzan a descubrir los tejemanejes de la Corporación Umbrella y, por supuesto, se adentran en la mansión Spencer.

Por su parte, Leon Kennedy es un policía novato que también ha de salir de una pieza en su primer día dentro de la policía de Raccoon City, mientras asimila qué son estos "infectados".