26/12/2022
La fecha del 9 de diciembre de 2019 quedará marcada para la sociedad neozelandesa, con la muerte de hasta 22 personas y una veintena de heridos. La erupción del volcán Whakaari, en la conocida como isla Whakaari o isla White, a 48 kilómetros de las localidades de Whakatane y Tauranga, pilló desprevenidos a 47 turistas en sus inmediaciones. Un suceso trágico que es narrado ahora en El volcán: Rescate en Whakaari.
En un momento en el que la isla de la Palma se recupera de la erupción del volcán Cumbre Vieja, sucedida entre septiembre y diciembre de 2021, Netflix estrena este nuevo documental dirigido por Rory Kennedy (Los últimos días en Vietnam). Un metraje que demuestra la magnitud del peligro acaecido en las erupciones volcánicas, que hay que tratar con el respeto que merecen.
Una conmovedora historia a la que también se suma la de Jesse Langford, quien perdió a sus padres y a su hermana, en la que tenía que ser una bonita excusión familiar. Un joven que formaba parte de las dos embarcaciones (Te Puia y Phoenix) y el helicóptero que habían trasladado a los visitantes al lugar.
La mayoría de las víctimas eran vecinos australianos que exploraban el volcán en sus vacaciones, en un lugar del que no había escapatoria. Una isla inhabitada de 2 kilómetros de diámetro, pese a que su superficie bajo el agua es muchísimo mayor, con un pico que sobresale 321 metros sobre el nivel del mar. Un territorio donde había pocas opciones para ocultarse de la furia del volcán.
El volcán: Rescate en Whakaari reconstruye los eventos ocurridos antes, durante y después de la erupción volcánica. Un relato desgarrador y angustioso que pondrá los pelos de punta y provocará las lágrimas de muchos espectadores.
Además, esta narración sirve para mostrar la pugna por una supervivencia que nunca debió producirse y la crítica hacia un negocio del que se lucran las compañías que llevan a turistas a lugares peligrosos, primando el riesgo y el beneficio económico a la seguridad de los turistas.
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