18/06/2021
Luca es la historia de amistad de dos encantadores y soñadores monstruos acuáticos que desataran tu pasión por el Mediterráneo.
Los colores brillantes del mar y las casas de Portorosso y sus criaturas te arrastrarán a un universo paralelo. La luz del Mediterráneo se acaba convirtiendo en una máquina del tiempo que te transporta a los momentos más felices de tu niñez. Ambientada en la Riviera italiana, muy parecida al Portofino cercano a la Génova donde creció el director, Luca muestra un mundo feliz donde todo es posible y nos anima a callar las voces que nos invitan a rendirnos. Como lo llaman en la película esos "Brunos" que nos impiden crecer y soñar. Porque merece la pena gritar: "¡Silencio, Bruno!". ¿Se te ocurre mejor excusa para entrar en Disney+ y terminar con las energías renovadas, dispuesto a comerte el mundo y con la mayor sonrisa que probablemente hayas esbozado tras una peli este año? A ello y "¡Silencio, Bruno!".
Sobre el papel, Luca nos cuenta la historia de dos amigos, Luca Paguro y Alberto Scorfano, que deciden desafiar sus sueños ese verano que todos hemos vivido. Ambos conocen a Julia y deciden aventurarse en lo prohibido. Con el pequeño matiz de que Luca y Alberto tienen un pequeño secreto: son monstruos marinos que se convierten en personas cuando salen del agua. Pero se trata de una fantástica historia de amistad. "Las amistades de nuestra infancia pueden influir en la clase de personas que nos convertimos cuando crecemos", explica el director. A Enrico Casarosa esta historia tan personal se la inspiró su amigo de infancia, también llamado Alberto. "Sin él, creo que nunca me habría animado a intentar convertirme en director de animación". Es un homenaje a los amigos, nos recuerda y emociona poniendo el foco en lo que realmente merece la pena y también por lo que merece la pena arriesgarse. Seguramente, al terminar la película, tengas una llamada telefónica pendiente.
Cuando uno termina de ver Luca, se da cuenta de que, en los apenas 95 minutos que dura, ha pasado por la sorpresa, la risa, la fascinación, la nostalgia, la emoción contenida, la lagrimilla que asoma, los nervios, la alegría Casarosa ofrece todo un manual de emociones que arrastra a cualquier espectador con él. Porque, cuando una película habla del reto que supone creer y dar un paso hacia la vida adulta, es muy fácil sentirse reconocido en ella.
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