03/09/2025
Seis Movistar Arena agotados en pocas horas. Ahora agregó dos nuevas y últimas funciones para el 17 y 18 de mayo. Las entradas ya están disponibles.
El
anuncio de la nueva gira de Ricardo Arjona volvió a demostrar por qué el
artista es un fenómeno sin precedentes: en menos de seis horas agotó seis
arenas. La gira, reconocida como la producción más impactante de su
trayectoria, sorprenderá con una puesta en escena única en la vida del
artista. Este regreso es parte de su nuevo tour Lo que el Seco
no dijo. Este furor llegó en medio de un momento histórico para el
cantautor guatemalteco, quien recientemente agotó en tiempo récord, las
entradas para 2 presentaciones consecutivas en el legendario Madison Square
Garden de Nueva York. Además de 4 sold out en el Kaseya Center de Miami y 23
conciertos con localidades agotadas en el Teatro Nacional Miguel Ángel Asturias
de Guatemala.
El
artista anunció también que está trabajando en un nuevo proyecto discográfico
titulado, LO QUE EL SECO NO DIJO próximo a lanzamiento. Según
sus propias palabras, este es uno de los mejores trabajos que ha hecho hasta el
momento. ARJONA EN ARGENTINA
En
sus recientes visitas por Argentina, Ricardo Arjona se presentó en 2022 con
ocho fechas sold out en el Movistar Arena y en diciembre del 2023 realizó dos
estadios Vélez Sarsfield también con localidades agotadas; estas dos fechas
dieron cierre a su exitoso tour Blanco y Negro, que llevó a
más de 2 millones de personas a verlo en vivo alrededor del mundo.
De
regreso a Buenos Aires en mayo de 2026, el cantautor ofrecerá a su público una
puesta en escena que no solo será un concierto musical, sino una experiencia
para los sentidos que promete un recorrido por sus más grandes éxitos y la
energía de sus nuevas composiciones.
Los
tickets estarán disponibles únicamente a través https://www.movistararena.com.ar/
Arjona, uno de los artistas más trascendentales en la historia de la música latina, se presentará con producción de Fenix Entertainment, en Mayo el Movistar Arena.
SOBRE RICARDO ARJONA
Ricardo
Arjona nació en Guatemala, hijo de dos profesores de escuela que se conocieron
en una aldea llamada El Ixcanal. La familia dependía de los lugares a los que
enviaban a su padre como maestro, lo que los hizo itinerantes. Para llegar a
fin de mes, Nohemí (la madre) vendía radios de transistores a plazos y,
trepados en una moto, cada fin de mes cobraban los pagos por todo el país. Un
accidente casi les cuesta la vida; la madre permaneció más de un mes en el
hospital con la columna destrozada. Ya recuperada, los problemas económicos la
obligaron a irse de mojada a Nueva York y trabajar en una fábrica de peluches
hasta
lograr
saldar todas las deudas. El padre seguía con su labor de maestro y le enseñó al
SECO (apodo de Ricardo Arjona en su entorno cercano) a tocar la guitarra desde
los 8 años. Logró sobrevivir una de las épocas más siniestras de su país, en la
que los problemas sociales acabaron con la vida de más de 250 mil personas. Sus
primeras canciones eran una clara denuncia contra los problemas sociales. El
SECO ganaba prácticamente todos los certámenes estudiantiles de la canción en
el país, con
canciones
que él componía y que señalaban la realidad social que lo rodeaba. Su madre se
volvió en contra de la guitarra, de las canciones y de los libros que leía. Una
tarde quemó toda su literatura y regaló su guitarra; al recibir el reproche de
su hijo, ella emitió una sola respuesta: "Te van a matar,
patojo".
Hoy,
en El Ixcanal, la aldea donde sus padres se conocieron y fueron maestros, a
través de su fundación ADENTRO, construyó lo que podría ser una de las escuelas
multidisciplinarias más importantes de Latinoamérica, por sus instalaciones, su
funcionamiento impecable y el cambio social que genera.
Fue
maestro de escuela como su padre, jugó baloncesto y fue seleccionado nacional;
ostenta el récord de más anotaciones en un partido con 79 puntos, pero jamás
abandonó la música. Se mudó a México a los 24 años, y tras tres años de
rechazos y dos canciones en el primer lugar en las voces de otros, tuvo el
valor para producir, con dinero prestado, su primer disco internacional: ANIMAL
NOCTURNO. Después de esto, la historia se resume rápidamente: más de 80
millones de discos vendidos y más de 41 millones de seguidores en redes
sociales. Su última gira llevó a más de 2 millones de personas en Latinoamérica
y Europa, con boleto pagado, a ver uno de sus conciertos. Se presentó en los
lugares más emblemáticos del mundo. Sus puestas en escena reúnen todo lo
necesario para que, más que un concierto de música, sea una experiencia que
toca todos los sentidos. ¿Quién es? ¿De dónde viene? Él lo expresa mejor que
nadie en algo que escribió hace algunos años:
"Nací
en Cádiz, España, en el año 1855. Me llamaba Juan Arjona. Mis padres fueron Don
José Arjona y Doña Josefa Vartelo. Después de una vida sin rastro, salvo por
unos cuantos hijos, dos novias y una esposa, morí de tisis a los 37 años y tres
de mis hijos se fueron al mar en busca de cualquier cosa.
Nací
de nuevo como Ricardo Arjona Fassen en 1891. Mi madre, Ana Figueroa, murió
justo el día en que yo nací por complicaciones en el parto. La escasez y la
muerte de mi padre me llevaron a un nuevo continente junto a dos de mis
hermanos, con quienes llegué a Guatemala meses después. Uno de ellos, de
profesión payaso, se dirigió al sur y jamás volví a saber de él; el otro se fue
al norte, justo al sur de México, y le perdí el rastro para siempre.
No
me quedó más que quedarme conmigo y con las continuaciones de mí que se fueran
dando. Viví en Tecpán, Guatemala, y puse una panadería. Aurora era mi esposa y
con ella concebí varios hijos, uno de ellos, Ricardo. Cuando Ricardo
Arjona Moscoso cumplió los seis años, a mí me dio por morirme, y no me quedó más
que empacar mis cosas y buscarme un lugar en el cuerpo de mi hijo para perdurar
unos años más.
Viví
en Tecpán, Guatemala, hasta los 15 años, cuando fui a parar de interno en la
Escuela para Maestros de la Alameda. Después de tres años, graduado y con ganas
de conocer el mundo, un nombramiento del Ministerio de Educación me llevó a un
pueblo llamado San Agustín Acasaguastlán, donde conocí a Mimi, una maestra
empírica, guapa, alta y con la que me casé años después por culpa de un
accidente con nombre de mujer que hoy es mi hija mayor. Aprendí a vivir con la
ausencia de mi único hijo varón, que se fue a México buscando un sueño que
nadie le entendió por ser tan grande. Ni el fútbol ni el baloncesto lo sacaron
del juguete que aquella tarde de dentista le puse sobre el sofá de la sala y
del que nunca se desprendió. Un tumor cerebral me hizo empezar a ver el mundo
de manera distinta, a entender menos las cosas y a valorar más los minutos y
los afectos. A Ricardo le dejé la guitarra, los primeros acordes, la grandeza
de la lectura y las canciones con dolor. El día que me fui, me aseguré de que
estuviéramos todos juntos y de que Ricardo supiera que le tocaba a él seguir
con esta historia.
Hoy,
soy el tercer hijo de Ricardo y Mimi, nací en un pueblo llamado Jocotenango,
donde mi padre fue maestro por algunos años. No tuve una historia importante,
nunca me destaqué en la escuela, salvo por mis desórdenes de conducta y uno que
otro gol en la liga escolar. A los ocho años, mi padre me regaló una guitarra y
me reencontré con Juan, mi bisabuelo español, que quiso ser músico hasta que la
tuberculosis le arrebató la vida. Quizás fue por eso que, cuando tuve el
instrumento en mis manos, fue como reencontrarme con mis ancestros, tan
lejanos, inciertos y desconocidos como las profundidades del mar y del tiempo
que nos separaron por siempre. Hoy, podría abundar diciendo las cosas que han
dicho tantas veces: los discos que tengo, las canciones destacadas, los premios
conseguidos y hasta hacer una biografía lo suficientemente completa como para
lucir, después de leerla, mucho más grande de lo que realmente soy".
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