Como propone en su hit más emblemático "All Night Long", donde invita a cantar y bailar toda la noche, este jueves lo de Lionel Richie en el Movistar Arena fue una fiesta inolvidable de principio a fin. Con un viaje por más de cinco décadas colmadas de grandes éxitos, el cantante deslumbró a la multitud que se presentó para este inolvidable show del ídolo en el marco de su gira "Say Hello to the Hits".

Ni bien sonaron las primeras notas de "Hello", la euforia se hizo sentir entre el público, que acompañó cantando con pasión en lo que sería una marca de la noche: es que Richie es autor de las canciones que marcaron la vida de estos fans de las más variadas generaciones, transformando la ocasión en un encuentro cargado de emoción para los amantes de su legado. Eso sí: a la nostalgia de volver a vivir estas canciones tan cargadas de historia se le sumó una alegría colectiva que también es uno de los rasgos del sonido de este maestro y de su performance, que sigue tan fuerte como nunca.

Un video montaje de su impresionante trayectoria ayudó a transportar al público a diferentes momentos e hitos en la carrera del ídolo de 75 años, pero al mismo tiempo que el show se plantea como una mirada al pasado, cada interpretación salía con la frescura que lo caracterizó desde sus inicios y traía sus hits al presente, con arreglos nuevos y un disfrute contagioso.

Créditos: @IrishSuarez.

Con una calidez que traspasaba el escenario, Richie invitó al público a bajar un cambio y revivir sus baladas más icónicas. "Easy" -en versión extendida y con guiños a sus años con The Commodores- fue uno de los puntos más coreados de la noche. Luego llegaron "Truly, Still" y "Three Times a Lady", que tiñeron el estadio de una atmósfera íntima y conmovedora. Pero como bien sabe hacer Lionel Richie, la emoción dio paso nuevamente a la celebración: con "Dancing on the Ceiling", el Movistar Arena se convirtió en una pista de baile desatada. Le siguieron joyas como "My Destiny" y una versión arrolladora de "Brick House".

El gran final llegó con "All Night Long", que sonó como un himno global a la alegría compartida, con la misma vigencia de siempre. Así cerró una noche única, donde la leyenda no sólo repasó su historia: la volvió fiesta junto con su gente.